Siempre se nos ha vendido que entrenado tienes que darlo todo, ir al límite o esforzarte al máximo; el típico «no pain no gain» del cuñado de gimnasio. Incluso yo he llegado escuchar a opositores recomendar llegar al vómito en las series de pista. La cultura americana, la influencia del culturismo de los años 70’s y más actualmente la popularidad del CrossFit, nos siguen metiendo estas ideas en la cabeza aún a día de hoy. Películas yanquis como Rocky están muy bien, pero deberían quedarse como mero entretenimiento y no extrapolarse a la realidad.
Para que me entiendas de forma muy sencilla: puedes probar a seguir leyendo esta entrada clavándote alfileres en los ojos y comprobarás que una dosis de mayor esfuerzo no te va a hacer leer más rápido; todo lo contrario.
Con el entrenamiento pasa lo mismo. Entrenando no buscamos ir al máximo, buscamos mejorar el rendimiento o crear algún tipo de adaptación a nivel estructural, neural, cardiorrespiratoria, etc. Dar el 100% debería reservarse para la competición (si es que compites) o para momentos puntuales. El cuerpo requiere de ciertos tempos, tanto en la misma sesión como en la planificación a largo plazo. Intentar ir a tope en cada sesión es obviar principios básicos de la fisiología y de la bioenergética.
Una de las reglas que tiene que cumplir el entrenamiento es que exista una sobrecarga progresiva y esta no se puede aplicar si no hay un pequeño margen de maniobra entre lo que deberíamos hacer y aplicar el 100% del esfuerzo. Solo así progresaremos, o al menos lo haremos de forma más eficiente y más constante, y sin riesgo de lesión. Por eso es importante cuantificar la carga de entrenamiento, planificar y periodizar. Hacer cosas al tuntún hasta no poder más, metiendo burpees por el medio (guiño guiño) no tiene mucho sentido. No al menos si quieres progresar, y si hablamos de salud mucho menos…
Desconfiad de «entrenadores» con ese tipo de mentalidad y/o «programas» de entrenamiento con ese enfoque.
No me malinterpretéis: hay que esforzarse, sí, pero hasta cierto punto. Los alfileres mejor dejarlos en la caja de la costura.